viernes, 12 de marzo de 2010

Un reciente estudio francés pone en duda de nuevo los efectos sobre la salud de los alimentos transgénicos

El informe muestra los resultados del análisis de 3 estudios sobre ratones a los que se alimentó con maíz modificado genéticamente (GMO, -Genetically Modified Organism-). El maíz bajo estudio fueron 3 marcas propiedad de la multinacional Monsanto (NK 603, MON 810, MON 863) ampliamente utilizados en todo el mundo. España tiene el dudoso honor de ser el único país en Europa que cultiva alguno de ellos (el MON 810).


Lo curioso de este caso es que los informes corresponden a las pruebas previas a la comercialización de los productos mencionados que hizo la propia Monsanto para conseguir su autorización. Aunque según la directiva de la Unión Europea CE/2001/18 estos estudios deben estar disponibles públicamente, normalmente no es así. En este caso se consiguieron a partir de distintos organismos y gobiernos y en ocasiones por vía judicial.