jueves, 18 de febrero de 2010

Cuidado con la soja. Parte I. Qué sabemos de la soja.

En esta entrada no quiero demonizar la soja ni instar a la gente a no tomarla, lo que quiero es que nos paremos a pensar si no podría provocar algún problema un alimento que hemos empezado a tomar desde hace muy poco y ahora esta presente en nuestra dieta de todos los días en cantidades indeterminadas sin ni siquiera ser conscientes de ello.



La soja, como todos los alimentos, tendra sus ventajas y sus inconvenientes, sus propiedades beneficiosas y sus peligros. El problema es la cantidad de soja que podemos llegar a ingerir en un días cualquiera sin saberlo, y no digo ya si conscientemente hemos decidido adoptar la soja como la panacea del siglo.

Si nos detenemos a mirar la composición de los alimentos que hemos puesto en nuestro carro de la compra en un día cualquiera, veremos que la gran mayoría incluye la soja como uno de sus componentes, ya sea en forma de aceite, harina, lecitina, proteína, leche, ...

Cualquier alimento, por beneficioso que sea para el organismo, puede llegar a ser perjudicial si se toma en exceso. Casi nadie duda de los beneficios del aceite de oliva, pero ¿qué pasaría si nos bebieramos una botella de aceite al día?


A poco que busquemos por internet, la información que vemos es por lo menos inquietante, solo hay que poner en el buscador las palabras 'soja' y 'problemas'. Es cierto que si ponemos las palabras 'soja' y 'beneficios' también obtenemos mucha información, así que vamos a analizar detenidamente la información obtenida intentando confirmala o desmentirla.